[1] [2] [3] [4]
1:1 La palabra de Jehovah vino a Jonás hijo de Amitai, diciendo: 1:2 "Levántate y ve a Nínive, la gran ciudad, y predica contra ella; porque su maldad ha subido a mi presencia." 1:3 Entonces Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehovah a Tarsis. Descendió a Jope y halló un barco que iba a Tarsis; y pagando su pasaje, entró en él para irse con ellos a Tarsis, huyendo de la presencia de Jehovah. 1:4 Pero Jehovah lanzó un gran viento sobre el mar, y se produjo una enorme tempestad, de manera que el barco estaba a punto de romperse. 1:5 Los marineros tuvieron miedo, y cada uno invocaba a su dios. Y echaron al mar el cargamento que había en el barco, para aligerarlo. Pero Jonás había bajado al fondo del barco, se había acostado y se había quedado profundamente dormido. 1:6 El capitán del barco se acercó a Jonás y le dijo: --¿Qué te pasa, dormilón? ¡Levántate e invoca a tu dios! Quizás él se fije en nosotros, y no perezcamos. 1:7 Entonces se dijeron unos a otros: --¡Venid y echemos suertes para saber por culpa de quién nos ha sobrevenido este mal! Echaron suertes, y la suerte cayó sobre Jonás. 1:8 Entonces le dijeron: --Decláranos por qué nos ha sobrevenido este mal. ¿Qué oficio tienes y de dónde vienes? ¿Cuál es tu país, y de qué pueblo eres? 1:9 Él respondió: --Soy hebreo y temo a Jehovah, Dios de los cielos, que hizo el mar y la tierra. 1:10 Aquellos hombres temieron muchísimo y le preguntaron: --¿Por qué has hecho esto? Pues entendieron que huía de la presencia de Jehovah, ya que él se lo había declarado. 1:11 Y le preguntaron: --¿Qué haremos contigo para que el mar se nos calme? Porque el mar se embravecía más y más. 1:12 Y él respondió: --Levantadme y echadme al mar, y se os calmará; pues yo sé que por mi causa os ha sobrevenido esta gran tempestad. 1:13 Aquellos hombres remaban para hacer volver el barco a tierra, pero no pudieron, porque el mar se embravecía cada vez más. 1:14 Entonces clamaron a Jehovah diciendo: --¡Oh Jehovah, por favor, no perezcamos nosotros por la vida de este hombre! No nos hagas responsables de sangre inocente, porque tú, oh Jehovah, has hecho como has querido. 1:15 Entonces levantaron a Jonás y lo echaron al mar, y el mar cesó de su furia. 1:16 Y aquellos hombres temieron grandemente a Jehovah; le ofrecieron un sacrificio e hicieron votos. 1:17 Pero Jehovah dispuso un gran pez que se tragase a Jonás. Y éste estuvo en el vientre del pez tres días y tres noches.